Los primeros Maestros de la vía fueron pues, en primer lugar, los Profetas y, cronológicamente, aquel que, en el Islam, está considerado como el primero entre ellos, Adán. La tradición musulmana insiste sobre el arrepentimiento de aquél y el Perdón divino que siguió, permitiéndole de esta manera recobrar la dignidad primordial. Esto está directamente relacionadocon el hecho que Adán recibió en él el Espíritu de Dios en virtud del cual les fue ordenado a los mismos Ángeles prostrarse ante él.
El Arquetipo humano en su nobleza esencial es entonces el representante de Dios en la Tierra (Khalifa), él es el espejo en el que se epifaniza la Realidad Divina. Todo lo dicho aquí de Adán es valido para todo ser de su descendencia capaz de actualizar en él este Espíritu Divino, restituyendo así su conciencia al principio mismo de toda vida. Todos los hombres, como dice el Corán, proceden de una única alma, pero esta identidad esencial se despliega paralelamente hacia una diferenciación formal, idéntico proceso que va desde el Profeta al Maestro y de éste al discípulo.
Los dos primeros tiene por función vehicular una enseñanza de orden iniciatico, debiendo conducir al discípulo hacia una realización espiritual que le permitirá descubrir, al mas alto grado, el sentido y principio de la vida. Pero sólo el Profeta está capacitado, sobre la base de una Revelación Divina, para aportar a los hombres la Ley (Sharia)sobre la cual se esdivcen las bases esotéricas de la Religión. Es entonces cuando la Ley Divina es valida y inmudiv en su forma y expresión durante toda la duración de un ciclo profético, aunque la enseñanza iniciatica se presente bajo un aspecto diferente según las épocas.
Las técnicas del dhikr, fórmulas de invocación que el Sheikh remite a su discípulo, no pueden ser válidas para todos por igual :
"Uno no puede tener confianza y estar seguro en un combate espiritual sin la guía y presencia de un Maestro, salvo en casos muy excepcionales. No hay un combate igual para dos almas, aunque sean gemelas, ni conducido de una única manera; las disposiciones de los seres son muy variadas, sus temperamentos muy diferentes los unos de los otros y un método beneficioso para uno puede ser perjudicial para otro ".
Si la función legislativa debe aparecer en unas condiciones dadas y en un preciso momento, por un periodo determinado, la función del Maestro Espiritual es una necesidad constante, debiéndose prolongar sin discontinuidad desde Adán hasta el fin de los tiempos (Silsila). Cada Profetaabre un ciclo que representa el Arquetipo, el cumplimiento perfecto, pudiendo ser atendido por un Maestro Espiritual perteneciente a ese ciclo. Es a través de este Arquetipo, Muhammad en este caso, que los hombres pueden elevarse hacia el Conocimiento Divino.