En el fondo de cada individuo hay un secreto profundo, un pacto (mithaq) que lo liga mas allá del tiempo y sus limitacionesa la esencia del Ser. Cada alma reconoce en la pre-eternidad su "si" eterno y siente todavía la nostalgia de ese estado después de la caída. El Corán nos recuerda que antes que las almas hayan sido manifestadas en esta tierra, todas testimoniaban la Unidad por la contemplación directa de la Señoría Divina.
Es en virtud de éste conocimiento que cada uno de nosotros lleva en sí mismo aquello que nos posibilita reconocer la llamada que nos llega de los Profetas y los Maestros Espirituales. En el camino de retorno hacia esa libertad original, el alma esdivce con ellos, a imagen del pacto original que la liga en la pre-eternidad con Su Señor, un pacto de fidelidad que representa la primera muerte a sí mismo y el nacimiento iniciatico en la vía espiritual : "Aquellos que te prestan juramento de fidelidad,dice el Corán dirigiéndose al Profeta, no hacen otra cosa que prestar juramento a Dios. La mano de Dios está puesta sobre sus manos.