El Sheij Sidi Hamza al Qadiri al Butchichi estáactualmente considerado en Marruecos, y en numerosos países através del mundo donde se encuentran discípulos suyos, comoun Maestro viviente, el representante auténtico de una tradiciónviva del sufismo, vía de la realización interior en el Islam.
Existen por todo el mundo musulmán, pero también alo largo del mundo entero, numerosas cofradías sufíes, que llevanel nombre de sus fundadores como la Shadhiliyya, la Tijaniyya, laNaqshbandiyya, la Qadiriyya, etc.
Esta última toma su nombre del Sheij Mulay Abd alQadir al Jilani (470 H-559 H / 1077-1166), uno de los santos sufíesmás populares en el Islam, cuyo santuario se encuentra en Bagdad,ciudad donde enseñó tanto las ciencias esotéricas como lasexotéricas durante numerosos años.
El Sheij Sidi Hamza al Qadiri al Butchichi es undescendiente sanguineo suyo. En este plano, la genealogía de lafamilia al Qadiri remonta hasta el Profeta Muhammad (que labendición de Dios sea sobre él y la paz) por su nieto Hassan. Peroademás de este legado, ciertamente muy importante, pero que puedenostentar numerosas familias en el mundo, no asegurando por sí unafunción de enseñanza, la herencia más importante es aquí de ordenespiritual.
En el Sufismo se considera que un Sheij vivientees un heredero Muham madiano en la medida que ha sabido heredar elsecreto (denominado de esta manera al situarse en el nivel de loinefable, que ningún término del lenguaje usual puede describir)espiritual del Profeta (sep) y que ha sido autorizado a la vez poruna fuente transcendente, divina, y por su propio maestro queconfirma así la veracidad y la autenticidad de tal designación.Como se dice en el Sufismo, es una transmisión de corazón acorazón.
Para estar autentificada, cada Tariqa, o vía sufí, debeestar inscrita en una cadena ininterrumpida de maestrosespirituales, herederos cada uno de este secreto, hasta el Profetadel Islam (sep) y, a través suya, toda la cadena de santos yprofetas anteriores. El secreto no es nada más que el sentidoúltimo y divino del Ser. Descubrirlo, o aproximarse, es lafinalidad de toda la existencia.
El Sheij Sidi Hamza al Qadiri al Butchichi y supadre Sidi al Hajj al Abbas al Qadiri fueron discípulos del SheijAbu Madienne al Qadiri, que pudo alcanzar el Secreto después dehaber sido durante años discípulo de diferentes Sheijs sufís,especialmente Sidi Ben Ariane, perteneciente a la Tariqa Tiyaniyyay que disimulaba tan bien su santidad y conocimiento espiritual quese cosideraba pertenecía a la categoría de los santos llamadosMalamatis (gentes censurables, por el hecho de actuar de manera talque se granjeaban una opinión desfavorable).
El otro Sheij que juega una papel decisivo en laformación de Sidi Abu Madienne es Sidi Ahmed Lahlu, discípulo delSheij de la Tariqa Shadhiliyya, Sidi Muhammed ben Ali.
Estos legados espirituales convergen en elSheij Sidi Hamza al Qadiri al Butchichi con el de su abuelo Sidial-Mukhtar al Butchichi, un gran santo del Marruecos oriental,reconocido por sus prodigios y sus sabiduría en todas las tribus delos Beni Snassen, y que destacó como una figura emblemática de laresistencia contra la invasión colonial.
Sin embargo, solamente remontando esta cadenahasta el nivel de Sidi Ali al Qadiri, el primero en ser denominadocon el nombre de Butchichi, se encuentra este grado de pleno accesoal conocimiento del secreto espiritual y a la autorización detransmitir la iniciación. Este nivel será después perdido paradejar lugar a una forma más exterior y popular desantidad.
Siendo de nuevo reintroducido en la TariqaButchichi por mediación de Sidi Abu Madienne que lo transmite a susdos discípulos, Sidi al Hajj al Abbas y Sidi Hamza. En laterminología sufí la vía del secreto (sirr) se distingue de la víadel Tabarruk (bendición), que permitiendo ciertamente unaimpregnación espiritual benéfica, no da plenamente acceso alconocimiento. Es esta vía del Sirr (secreto espiritual) que SidiHamza al Qadiri al Butchichi transmite hoy.