Sufismo - Tariqa Qadiría Butchichía


El Maestro Espiritual

En medio de las abusivas simplificaciones y sus consecuentes dicotomías, el mental se encuentra a veces atrapado por ciertas paradojas de la Revelación. Dios es infinitamente trascendente y, sin embargo, dice el Corán, " está mas cerca de ti que tu propia yugular ". Él está mas allá de lo que uno puede concebir o imaginar, pero " Él es el primero y el Último" (al Awwal al Ajir) - N de T : El Primero por necesidad en tanto que Ser necesario y pre-eterno y El Último porque a Él retorna todo finalmente). Ibn Arabí" El Secreto de los Nombres de Dios"  pag 355

El Interior y el Exterior (al Zahir al Batin; que a si mismo se manifiesta y no cesa de manifestarSe y de Su Creación Se oculta sin dejar de ocultarSe, de modo que no puede ser conocido jamas

La dificultad del plano de lo mental viene dada por el hecho de que ciertas realidades no pueden ser percibidas en su nivel mas que por una percepción interna o intuición intelectual supralógica donde ellas se revelan a si mismas en una conciencia dispuesta a recibirlas. Es en este punto donde se pasa del dominio de la creencia al de la certidumbre, de la experiencia vivida. Aunque las realidades espirituales son bien concretas y más verdaderas que el mundo percibido por los sentidos, sólo las pueden alcanzar las gentes adheridas a la experiencia de la Vía. Esta experiencia es aquella que el Profeta (s.a.s.) llama el gran combate contra uno mismo (yihad al-akbar)en contraposición al pequeño combate, el combate del exterior, al cual siempre está subordinado el primero. El pequeño combate designa toda acción exterior hecha "por Dios" y efectuada en conformidad a la Norma Divina. La victoria en el gran combate es la muerte del ego y el estallido de todas la visiones particulares e ilusorias: "Morir antes de morir" dice el Profeta, y en otro hadith ; "las gentes duermen, cuando mueren, despiertan". A los que han llegado a éste estado se les revelan entonces, directamente en éste mundo de aquí abajo, los secretos del más allá; ellos gozan aquí mismo de las joyas del Paraíso pues atraviesan espiritualmente todos los grados hasta llegar a la fuente misma de toda creación; la contemplación beatífica del Ser Eterno.